El Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas (Cnpi) asegura que las primeras posiciones las ocupa EEUU y Reino Unido. En nuestro país se producen entre 180.000 a los 200.000 casos diarios, sufriendo pérdidas de datos masivas, incluso la reputación de muchas empresas afectadas.
Estos ataques se catalogan por la forma en la que infectan y los daños que causan. Dentro de cada clasificación existen subgrupos, ya que los ciberdelincuentes modifican los virus para evitar ser detectados y rastreados por un antivirus. Estos virus informáticos pueden afectar a ordenadores y dispositivos móviles, dónde los podríamos clasificar en:
1 – Adware: Es aquel software que ofrece publicidad no deseada o engañosa. Estos anuncios pueden aparecer en el navegador con pop-ups o ventanas con gran contenido visual, e incluso audios. Estos anuncios se reproducen de manera automática con el fin de generar ganancias económicas a los creadores.
2 – Spyware: El spyware se trata de un software espía que recopila información de un ordenador, como la navegación del usuario, además de datos personales y bancarios. Un ejemplo de este tipo de virus son los Keyloggers, los cuales monitorizan y rastrean toda nuestra actividad con el teclado (teclas que se pulsan), para luego enviarla al ciberdelincuente.
3 – Malware: Se trata de códigos diseñados por ciberdelincuentes que tienen por objeto alterar el normal funcionamiento del ordenador, sin el permiso o el conocimiento del usuario. Este tipo de virus pueden destruir archivos del disco duro o corromper los archivos que tenemos albergados con datos inválidos.
4 – Ransomware: El ciberdelincuente bloquea el dispositivo con un mensaje solicitando un rescate para liberarlo. El usuario debe pagar dicho rescate en la moneda digital Bitcoin, para que no se pueda rastrear y se mantenga el anonimato del hacker.
5 – Gusanos: Tiene la capacidad para replicarse en tu sistema, por lo que tu ordenador podría enviar cientos o miles de copias de sí mismo, creando un efecto devastador a gran escala.
6 – Troyano: Este virus se suele presentar en forma de ejecutable, ya que al accionarlo le brinda a un atacante acceso remoto al equipo infectado.
7 – Denegación de servicio: Estos ataques se producen a través de la red a un sistema de ordenadores provocando que un servicio o recurso sea inaccesible para los propietarios o administradores.
8 – Puerta trasera: Se basa es activar un acceso al sistema sin permiso a través de código de programación, vulnerando los sistemas de seguridad.
9 – Phishing: Este ataque es de los más comunes y frecuentes ya que se realiza a través de un email. Trata de ofrecer contenidos falsos de forma visual en un email para que el usuario haga clic e instale un código malicioso en el ordenador.
10 – Apps maliciosas: Cuando instalamos una app en nuestro dispositivo móvil, esta nos pide concederle una serie de permisos. A veces, estos permisos no tienen relación con la funcionalidad de la app o descargamos una app poco fiable que acaba por infectar nuestro dispositivo, tomar control y robar la información que tenemos almacenada en él como contactos, credenciales, imágenes, vídeos, etc.